En la psicología existen procesos por los cuales un individuo puede
sugestionarse a sí mismo a creer de forma voluntaria o involuntaria
sobre determinados hechos o ideas, se denomina autosugestión.
La autosugestión se trata de un proceso complejo en el que el
individuo empuja a su subconsciente para forzarlo a determinadas
creencias o incluso realizar determinadas asociaciones mentales con
propósitos específicos. También puede ser un proceso inconsciente y ajeno al individuo con intenciones morbosas.
Cuando es de forma voluntaria se procede a métodos como la autohipnosis y autoafirmaciones constantes y repetitivas y puede entenderse como un “lavado de cerebro” intencionado y autoinducido.Su
éxito depende de diferentes factores: depende de la frecuencia en la
que se utilicen las técnicas, el proceso que sigan y la duración de
cada una de ellas. La autosugestión también se puede
considerar como un proceso de meditación o palabras de ánimo a uno
mismo para desempeñar actividades donde es un auténtico negado.
En casos extremos la autosugestión puede conducir a crear sujetos realmente alienados a merced de toda secta o programas ideológicos comunitarios.
Se suele desarrollar con una multitud de pnesamientos repetitivos
que bombardean la mente del sujeto de una forma constante llegando a
ser un hábito que acompaña al sujeto a todas partes. En su lado más
negativo puede llegar a someter al sujeto a determinadas ideas falsas
llevándolas a la realidad. Entre los procedimientos comunes destacan
la entonación en voz alta o voz interior de la creencia, algo conocido
como entrenamiento autógeno.