La aparición de un nuevo Medal Of Honor siempre es un gran
acontecimiento, pero esta entrega ofrece además dos atractivos muy
especiales. Por un lado, la participación de John Milius en el guión
del juego, que recoge cuatro momentos decisivos de la Segunda Guerra
Mundial: la Operación Chariot, el Norte de África, Stalingrado y la
batalla de las Ardenas. Es la primera vez que el director de Conan El Bárbaro y El Gran Miércoles
se implica en el desarrollo de un videojuego, pero no olvidemos que las
historias bélicas han sido una de las pasiones de Milius. No en vano
fue nominado al Oscar por el guión de Apocalypse Now. El otro foco de interés de MOH European Assault está en comprobar hasta qué punto EA Los Ángeles ha revitalizado la franquicia Medal Of Honor. Tal y como os adelantamos en el reportaje exclusivo que os ofrecimos el pasado mes de enero, EALA ha introducido importantes cambios, como dejar atrás la mecánica «de pasillo» de los anteriores MOH
para ofrecer una experiencia de juego más real, y una mayor libertad de
acción para el usuario. Ahora existen diferentes rutas para llegar
hasta el objetivo principal, mientras van surgiendo una serie de
misiones secundarias sobre la marcha. Por primera vez, MOH
incorpora una ligera dosis de estrategia, brindándote la oportunidad de
liderar un escuadrón que responderá de inmediato a sencillas órdenes.
Además, cada nivel da cobijo a un soldado enemigo fuera de serie, un
«Némesis» (el nombre se lo han dado los de EA, os lo aseguro) al que
habrá que localizar y dar caza si se quiere obtener la máxima
puntuación al finalizar cada fase. Pero sin duda, la innovación más
radical de todas es la incorporación, por primera vez en los MOH,
del término «vidas». En anteriores entregas, cuando el jugador moría,
era necesario repetir la misión desde el principio o desde el último
punto donde se logró salvar partida. Eso se acabó. Ahora dispondrás de
una determinada cantidad de vidas o «reencarnaciones» que te permitirán
continuar la acción donde has muerto. La cifra aumentará a medida que
se vayan resolviendo con éxito las misiones secundarias. Todas estas
mejoras, sin olvidar el magnífico entorno gráfico del juego, responden
a un objetivo: devolver a la saga MOH a lo más alto del género de shooters bélicos. Para Electronic Arts ha debido ser frustrante ver cómo antiguos componentes del equipo MOH se fugaban a la competencia, formaban sus propios grupos de programación y creaban shooters del corte de Medal Of Honor, con resultados en ocasiones superiores a la franquicia original. Call Of Duty: Finest Hour, Brothers In Arms… Ahora la saga Medal Of Honor debe competir en igualdad de condiciones con otros títulos similares para PS2
en un mercado cada vez más competitivo, en el que los usuarios exigen
mucho más que veracidad histórica y un prólogo explosivo. Esto último,
por cierto, no lo encontrarás en European Assault. En contraste con el demoledor arranque de Rising Sun, en pleno bombardeo a Pearl Harbor, el programa que nos ocupa comienza con una misión de infiltración y sabotaje (la operación Chariot),
cuya espectacularidad reside en la gran cantidad de soldados que
aparecen en pantalla, y no en el despliegue pirotécnico al que nos
tenía acostumbrados la saga. A algunos jugadores esto les supondrá una
decepción, pero la gran mayoría agradecerá que el esfuerzo gráfico se
haya repartido un poco mejor entre todas las fases. No olvidemos que
una de las mayores críticas que se vertieron sobre Rising Sun,
además de su brevedad, era que arrancaba de forma espectacular para ir
bajando de intensidad fase tras fase hasta llegar a un soso desenlace.
No es el caso de European Assault, pues las
últimas campañas (Rusia y las Ardenas) son las más intensas. Eso sí,
nos habría gustado experimentar en este título alguna batalla
apabullante, como la de Stalingrado de Call Of Duty: Finest Hour.
Junto a la ausencia de un modo On-line, son las dos mayores críticas
que se le pueden hacer a un juego que busca extraer lo máximo posible a
una licencia que pide a gritos el salto a maquinas superiores. Sólo hay
que ver en acción el MOH Pacific Assault de PC para asumir que el futuro de la franquicia está en PS3. Hasta que llegue ese día nos tendremos que «conformar» con este magnífico shooter.
acontecimiento, pero esta entrega ofrece además dos atractivos muy
especiales. Por un lado, la participación de John Milius en el guión
del juego, que recoge cuatro momentos decisivos de la Segunda Guerra
Mundial: la Operación Chariot, el Norte de África, Stalingrado y la
batalla de las Ardenas. Es la primera vez que el director de Conan El Bárbaro y El Gran Miércoles
se implica en el desarrollo de un videojuego, pero no olvidemos que las
historias bélicas han sido una de las pasiones de Milius. No en vano
fue nominado al Oscar por el guión de Apocalypse Now. El otro foco de interés de MOH European Assault está en comprobar hasta qué punto EA Los Ángeles ha revitalizado la franquicia Medal Of Honor. Tal y como os adelantamos en el reportaje exclusivo que os ofrecimos el pasado mes de enero, EALA ha introducido importantes cambios, como dejar atrás la mecánica «de pasillo» de los anteriores MOH
para ofrecer una experiencia de juego más real, y una mayor libertad de
acción para el usuario. Ahora existen diferentes rutas para llegar
hasta el objetivo principal, mientras van surgiendo una serie de
misiones secundarias sobre la marcha. Por primera vez, MOH
incorpora una ligera dosis de estrategia, brindándote la oportunidad de
liderar un escuadrón que responderá de inmediato a sencillas órdenes.
Además, cada nivel da cobijo a un soldado enemigo fuera de serie, un
«Némesis» (el nombre se lo han dado los de EA, os lo aseguro) al que
habrá que localizar y dar caza si se quiere obtener la máxima
puntuación al finalizar cada fase. Pero sin duda, la innovación más
radical de todas es la incorporación, por primera vez en los MOH,
del término «vidas». En anteriores entregas, cuando el jugador moría,
era necesario repetir la misión desde el principio o desde el último
punto donde se logró salvar partida. Eso se acabó. Ahora dispondrás de
una determinada cantidad de vidas o «reencarnaciones» que te permitirán
continuar la acción donde has muerto. La cifra aumentará a medida que
se vayan resolviendo con éxito las misiones secundarias. Todas estas
mejoras, sin olvidar el magnífico entorno gráfico del juego, responden
a un objetivo: devolver a la saga MOH a lo más alto del género de shooters bélicos. Para Electronic Arts ha debido ser frustrante ver cómo antiguos componentes del equipo MOH se fugaban a la competencia, formaban sus propios grupos de programación y creaban shooters del corte de Medal Of Honor, con resultados en ocasiones superiores a la franquicia original. Call Of Duty: Finest Hour, Brothers In Arms… Ahora la saga Medal Of Honor debe competir en igualdad de condiciones con otros títulos similares para PS2
en un mercado cada vez más competitivo, en el que los usuarios exigen
mucho más que veracidad histórica y un prólogo explosivo. Esto último,
por cierto, no lo encontrarás en European Assault. En contraste con el demoledor arranque de Rising Sun, en pleno bombardeo a Pearl Harbor, el programa que nos ocupa comienza con una misión de infiltración y sabotaje (la operación Chariot),
cuya espectacularidad reside en la gran cantidad de soldados que
aparecen en pantalla, y no en el despliegue pirotécnico al que nos
tenía acostumbrados la saga. A algunos jugadores esto les supondrá una
decepción, pero la gran mayoría agradecerá que el esfuerzo gráfico se
haya repartido un poco mejor entre todas las fases. No olvidemos que
una de las mayores críticas que se vertieron sobre Rising Sun,
además de su brevedad, era que arrancaba de forma espectacular para ir
bajando de intensidad fase tras fase hasta llegar a un soso desenlace.
No es el caso de European Assault, pues las
últimas campañas (Rusia y las Ardenas) son las más intensas. Eso sí,
nos habría gustado experimentar en este título alguna batalla
apabullante, como la de Stalingrado de Call Of Duty: Finest Hour.
Junto a la ausencia de un modo On-line, son las dos mayores críticas
que se le pueden hacer a un juego que busca extraer lo máximo posible a
una licencia que pide a gritos el salto a maquinas superiores. Sólo hay
que ver en acción el MOH Pacific Assault de PC para asumir que el futuro de la franquicia está en PS3. Hasta que llegue ese día nos tendremos que «conformar» con este magnífico shooter.