Fuente: El Blog del Rincón de Loki
Hola y bienvenidos a una nueva entrega de la Bateria de Reseñas. Cerramos el mes con tres reseñas de tomos de DC: en Batman: Momentos decisivos
Brubaker, Rucka y Dixon analizan la relación entre Gordon y Batman y
cómo ha evolucionado con los años, termina la etapa de Dixon en Nightwing: Momentos decisivos y en 52: Los cuatro jinetes
la trinidad de DC (Superman, Batman y Wonder Woman) se enfrentan a los
Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Sí, a los que ya derrotó Black Adam. Y
de postre, un breve comentario sobre la Supergirl de Peter David y otras cosas publicadas este mes. A leer, que es bueno.
Batman: Momentos decisivos
Edición original: Batman: Turning Points #01-06
Guión: Ed Brubaker, Greg Rucka, Chuck Dixon
Dibujo: Varios
A modo de resumen: Batman: Turning Points es el análisis de tres
guionistas de la relación entre Batman y el Comisario Gordon con el
paso del tiempo, tomando como referencia eventos clave de la historia
de ambos como “La broma asesina” o “La caída del murciélago”. El
resultado es un poco irregular, pero el nivel general es bueno. Por
ejemplo, el primer capítulo (post-Año Uno) intenta parecer tan Año Uno
que resulta hasta un poco cómico: la trama, la relación entre Batman y
Gordon, el demente al que hay que detener, a narración, el ritmo, el
dibujo. Es peligroso acercase a una obra consagrada, y más si el
propósito del guionista es mimetizarse al máximo y que parezca una
continuación pobre del original. Además es una historia un tanto
mediocre en cuanto al contenido y que no profundiza demasiado en la
relación de ambos.
Los capítulos posteriores van variando en cuanto a calidad de dibujo
e historia. Algunos ofrecen una clara conexión entre los protagonistas
(como el relativo a Jason y Bárbara, centrado en la pérdida) mientras
que en otros está más cogida por los pelos y se basa más bien en cómo
reacciona Gordon ante Batman. Las historias no suelen ser muy
atractivas y casi todo el interés recae en una interacción decente que
palidece en comparación con otros diálogos escritos tanto por Rucka
como por Brubaker: la narración y el ritmo de éstas a veces resulta un
poco lento. En este caso, la unión es menos que la suma de las partes.
En cuanto al dibujo, cada número tiene su propio dibujante,
intentando emular una época. El primero es de Steve Lieber y al igual
que el guión, intenta ser tan Año Uno que queda mal. No está a la
altura de Mazzucchelli, y sólo coge de este la parquedad de figuras y
la sencillez: no queda nada de su calidad narrativa ni de su
composición de página. Giella intenta reflejar el ambiente vivo de los
50, pero fracasa estrepitosamente: las escenas divertidas no son
divertidas, hay muchos planos torpes y algunos errores (como que el
halo de luz de la Bat-señal sea más ancho hacia el principio o hacia el
final, dependiendo de la viñeta… nada grave, pero afea el resultado).
Giordiano hace un buen trabajo, sobrio y bien narrado, para dibujar al
Batman de los 80. Brent Anderson refleja con mucha clase el estilo duro
y oscuro de los 90 quedándose con la tensión, la crudeza y las sombras,
y descartando errores anatómicos, rayas y demás aspectos molestos de la
tendencia gráfica de la época. Y por último Pope pasa de todo, no
intenta emular a nada y a nadie, pero al menos intenta limitar algunos
de sus defectos más irritantes – con relativo éxito -.
Batman: Turning Points es una lectura aceptable, pero poco más. La
narración se hace pesada, hay poco contenido debajo de unos diálogos
buenos pero no excelentes y el dibujo es muy irregular. Por muy
aficionado a Batman que seas, merece más la pena que ojees las
historias a las que hacen referencia (con sus propias virtudes y
defectos) que leer esta re-visión lenta y poco creativa de Brubaker.
52: Los Cuatro Jinetes
Edición original: 52 Aftermath: The Four Horsemen
Guión: Keith Giffen
Dibujo: Pat Olife
Los Cuatro Jinetes eran una buena idea, como la inmensa mayoría de
las que poblaban 52. Una mezcla descabellada y absolutamente animal
entre religión y ciencia invocados por unos científicos locos liderados
por un huevo gigante y parlante para derrotar a un personaje a su
altura. Hubo sorpresas (ay, Hambre, que susto nos diste a todos…),
acción, violencia y citas chulas por parte de Black Adam. Fue breve y
espectacular, como se esperaba, y dejó un buen sabor de boca. Partiendo
se esto, ¿que necesidad había de recuperarlos y ponerlos a pegarse con
Superman, Batman y Wonder Woman? Ninguna. Ninguna en absoluto. Una de
las características que les hacía interesantes era que eran unos tipos
invocados ex profeso para acabar con Black Adam, una especie de as en
la manga para derrotar a uno de los héroes/villano más poderosos de DC.
Ponerles a pelear contra otros héroes los hace más genéricos y les
resta peligro y amenaza.
Merecería la pena el devolverles de la tumba artística si la
historia fuese memorable, pero no es el caso. En primer lugar, tarda
bastante en empezar. Crear ambiente, empezar una cuenta atrás, acumular
tensión… todo eso está muy bien en teoría, pero está muy mal ejecutado.
La dirección es confusa y no se sabe muy bien a qué quiere apuntar. ¿Es
una historia sobre colaboración entre héroes? ¿Sobre catástrofes
planetarias? ¿O sobre amenazas indefinidas que atacan sin ser vistas?
¿Va a centrarse en caracterización y diálogo, o en combatir a un
villano y su legión de zombies? Trata de tocar todos los palos y el
resultado es insatisfactorio en cada uno de sus intentos. No crea
tensión, no define a los personajes, y lo único que consigue es generar
ganas de que aparezcan los malos para que haya algo de acción.
También se rescatan algunos elementos de 52, pero están aislados de
lo que les hacía tan divertidos en aquella serie. Como quitar una perla
y tirar el resto del collar. La interacción con los héroes no es
especialmente buena, y su aportación a la historia es mediocre como
mucho. Ah, y además hay unos secundarios cuya aparición resulta
bastante forzada, cuyas intervenciones son totalmente pasables y cuya
participación apenas viene a cuento. Si esta miniserie hubiese decidido
centrarse sólo en los héroes y los… llamémosles villanos, hubiese
mantenido un cierto nivel, pero los secundarios llevan a la obra al
fondo.
En cuanto a la acción, es decepcionante. En primer lugar, la tensión
es cercana a cero. En 52 daban miedo porque sabías que era un
acontecimiento importantísimo, que el cadáver de Osiris todavía estaba
fresco y que era totalmente factible que rodasen más cabezas. Esta es
una miniserie que no se sabe de donde sale ni con qué propósito
protagoniza por unos héroes que sabes a ciencia cierta que van a ganar
sin un rasguño. Esta premisa convierte a los Cuarto Jinetes en una
suerte de Brigada de Derribo de DC: villanos poderosos que están ahí
para soltar unas tortas, comerse muchas más y retirarse. No son en
absoluto impresionantes o épicos, que es lo que le pedirías, por
ejemplo, a un combate entre Superman y la encarnación de la Guerra.
Pero al final, solo pides que termine.
El dibujo de Olife mejora cuanto más estático e inexpresivo es el
dibujo. Eso sí, en cuanto hay animación, dinamismo, posturas o algo
relacionado con la cinética, pierde muchísimo. Es bastante detallado y
tiene varias páginas buenas, eso sí. Pero el conjunto no le hace ningún
favor al contenido. En general, 52: Los cuatro jinetes es tan
prescindible como parece. No aporta nada: ni acción, ni épica, ni
desarrollo de personajes, ni interacción con secundarios, ni
re-incorporación de elementos de 52, ni nada de nada. Prescindible y
malo.
Nightwing: Atando cabos
Edición original: Nightwing #67-70, #40 y #51
Guión: Chuck Dixon
Dibujo: Trevor McCarthy, Scott McDaniel y Greg Land.
Si leísteis la reseña de Nightwing del mes pasado, tengo una buena
noticia y otra mala. La buena es que en el tomo anterior había números
sueltos que formaban parte de arcos argumentales más grandes que
estaban totalmente fuera de lugar y sin conexión… y que aquí algunos
siguen inmersos en crossovers, pero con algo más de coherencia. Por lo
menos da la impresión de que Nightwing es un agente activo de la
historia, no alguien a quien el argumento le pasa por encima antes de
seguir su camino. Y la mala es que, pese a ello, el contenido no mejora
demasiado. En el último tomo de esta etapa, y es casi un compendio de
todo lo que hemos tenido hasta ahora – al menos funciona muy bien como
resumen -: una caracterización básica y superficial de Nightwing
(limitándose a algunos actos generosos que lo diferencian de su mentor)
que apenas ha evolucionado desde sus inicios, una escasa diferenciación
del entorno en el que actúa comparado con Gotham, villanos de
apariencia ridícula y poderes/habilidades poco interesantes y una
pegajosa sensación de que la serie no va a ninguna parte y no quiere
contar nada más allá de “Nightwing es un buen héroe que se pega con
gente.” Sabe a poco incluso como conclusión. Más de lo mismo, con el
control automático hasta el insípido final. Hazte con otra cosa.
En cuanto al dibujo, Trevor McCarthy sigue a su aire de expresiones
desencajadas, anatomía rara y dibujos feos. Lo que se conoce
vulgarmente como poco agradable a la vista. Malo en narrativa, malo en
detalle… no hay por donde cogerlo. McDaniel dibuja a todos los
personajes con una anatomía extrañísima y resulta un poco confuso
cuando quiere hacer una narración fluida, pero es mejor que los
personajes de gelatina de McCarthy, y por mucho. El último dibujante es
Land, y es curioso ver como era su estilo original antes de que
encontrase inspiración en los videos de Brazzers y el Penthouse.
Universo DC: Supergirl
Edición original: Supergirl #01-#23, Showcase ‘96 #12
Guión: Peter David
Dibujo: Varios
¿Quieres comprar un tomo esta semana? Bien puede ser este. Peter
David es un hacha a la hora de coger a personajes por los que nadie
daba un duro como Hulk y Aquaman y hacer historias interesantes y
buenas con ellos. Su etapa en Supergirl es otra demostración de su
talento a la hora de explotar aquello que hace interesante y distintivo
a un personaje, por muy poco desarrollado que haya sido hasta entonces,
además de dotarle de algún elemento novedoso y original que rompe con
lo anterior o lo aprovecha para propósitos nuevos y divertidos. Eso sí,
siempre respetando al personaje, reivindicando su papel como heróina
distinta al resto y con humor, siempre presente en su obra.
Hay ideas frescas - algunas mejor ejecutadas que otras, pero en
general las lleva bien - hay buen diálogo y hay buenas aventuras: no es
su mejor trabajo, pero está literalmente a años luz de, pongamos, los
números inmediatos al relanzamiento de Supergirl, y seguramente
encontrarás algo sumamente entretenido o sorprendente, lo que le
convierte en una lectura muy recomendable. Dale una oportunidad y
échale un vistazo. Merecerá la pena. Además, a modo de referencia
interna, después continuó la historia (de algún modo…) a través de la
serie Angel Caído, que fue la que impulsó a Toni Boix a escribir por
primera vez en Zona Negativa: solo por ese detalle cada uno debería
comprar un par de ejemplares. Por lo menos.
Para cerrar, algunos comentarios generales. Echadle un vistazo al último número de la colección de planeta centrada en Arkham Asylum: Dan Slott al mano y, como no podría ser de otro modo, tiene una muy alta calidad. Superman: Presidente Lex
aparece en el diccionario como definición de “buena idea con un montón
de potencial pero mal ejecutada”, y ver en retrospectiva para qué
usaron el nuevo estatus quo del villano hace que tenga hasta un punto
doloroso. Y sobre Cuenta Atrás, bueno… seguro que ya
habéis leido mucho. Una hornada un poco floja, con muchas cosas
prescindibles, pero ahí están Flash, Supergirl y Arkham Asylum para
salvar el día. O el mes. La semana que viene, grapas de Panini. Nos
vemos entonces: no faltéis.
Hola y bienvenidos a una nueva entrega de la Bateria de Reseñas. Cerramos el mes con tres reseñas de tomos de DC: en Batman: Momentos decisivos
Brubaker, Rucka y Dixon analizan la relación entre Gordon y Batman y
cómo ha evolucionado con los años, termina la etapa de Dixon en Nightwing: Momentos decisivos y en 52: Los cuatro jinetes
la trinidad de DC (Superman, Batman y Wonder Woman) se enfrentan a los
Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Sí, a los que ya derrotó Black Adam. Y
de postre, un breve comentario sobre la Supergirl de Peter David y otras cosas publicadas este mes. A leer, que es bueno.
Batman: Momentos decisivos
Edición original: Batman: Turning Points #01-06
Guión: Ed Brubaker, Greg Rucka, Chuck Dixon
Dibujo: Varios
BATMAN: MOMENTOS DECISIVOS |
guionistas de la relación entre Batman y el Comisario Gordon con el
paso del tiempo, tomando como referencia eventos clave de la historia
de ambos como “La broma asesina” o “La caída del murciélago”. El
resultado es un poco irregular, pero el nivel general es bueno. Por
ejemplo, el primer capítulo (post-Año Uno) intenta parecer tan Año Uno
que resulta hasta un poco cómico: la trama, la relación entre Batman y
Gordon, el demente al que hay que detener, a narración, el ritmo, el
dibujo. Es peligroso acercase a una obra consagrada, y más si el
propósito del guionista es mimetizarse al máximo y que parezca una
continuación pobre del original. Además es una historia un tanto
mediocre en cuanto al contenido y que no profundiza demasiado en la
relación de ambos.
Los capítulos posteriores van variando en cuanto a calidad de dibujo
e historia. Algunos ofrecen una clara conexión entre los protagonistas
(como el relativo a Jason y Bárbara, centrado en la pérdida) mientras
que en otros está más cogida por los pelos y se basa más bien en cómo
reacciona Gordon ante Batman. Las historias no suelen ser muy
atractivas y casi todo el interés recae en una interacción decente que
palidece en comparación con otros diálogos escritos tanto por Rucka
como por Brubaker: la narración y el ritmo de éstas a veces resulta un
poco lento. En este caso, la unión es menos que la suma de las partes.
En cuanto al dibujo, cada número tiene su propio dibujante,
intentando emular una época. El primero es de Steve Lieber y al igual
que el guión, intenta ser tan Año Uno que queda mal. No está a la
altura de Mazzucchelli, y sólo coge de este la parquedad de figuras y
la sencillez: no queda nada de su calidad narrativa ni de su
composición de página. Giella intenta reflejar el ambiente vivo de los
50, pero fracasa estrepitosamente: las escenas divertidas no son
divertidas, hay muchos planos torpes y algunos errores (como que el
halo de luz de la Bat-señal sea más ancho hacia el principio o hacia el
final, dependiendo de la viñeta… nada grave, pero afea el resultado).
Giordiano hace un buen trabajo, sobrio y bien narrado, para dibujar al
Batman de los 80. Brent Anderson refleja con mucha clase el estilo duro
y oscuro de los 90 quedándose con la tensión, la crudeza y las sombras,
y descartando errores anatómicos, rayas y demás aspectos molestos de la
tendencia gráfica de la época. Y por último Pope pasa de todo, no
intenta emular a nada y a nadie, pero al menos intenta limitar algunos
de sus defectos más irritantes – con relativo éxito -.
Batman: Turning Points es una lectura aceptable, pero poco más. La
narración se hace pesada, hay poco contenido debajo de unos diálogos
buenos pero no excelentes y el dibujo es muy irregular. Por muy
aficionado a Batman que seas, merece más la pena que ojees las
historias a las que hacen referencia (con sus propias virtudes y
defectos) que leer esta re-visión lenta y poco creativa de Brubaker.
52: Los Cuatro Jinetes
Edición original: 52 Aftermath: The Four Horsemen
Guión: Keith Giffen
Dibujo: Pat Olife
52: LOS CUATRO JINETES |
las que poblaban 52. Una mezcla descabellada y absolutamente animal
entre religión y ciencia invocados por unos científicos locos liderados
por un huevo gigante y parlante para derrotar a un personaje a su
altura. Hubo sorpresas (ay, Hambre, que susto nos diste a todos…),
acción, violencia y citas chulas por parte de Black Adam. Fue breve y
espectacular, como se esperaba, y dejó un buen sabor de boca. Partiendo
se esto, ¿que necesidad había de recuperarlos y ponerlos a pegarse con
Superman, Batman y Wonder Woman? Ninguna. Ninguna en absoluto. Una de
las características que les hacía interesantes era que eran unos tipos
invocados ex profeso para acabar con Black Adam, una especie de as en
la manga para derrotar a uno de los héroes/villano más poderosos de DC.
Ponerles a pelear contra otros héroes los hace más genéricos y les
resta peligro y amenaza.
Merecería la pena el devolverles de la tumba artística si la
historia fuese memorable, pero no es el caso. En primer lugar, tarda
bastante en empezar. Crear ambiente, empezar una cuenta atrás, acumular
tensión… todo eso está muy bien en teoría, pero está muy mal ejecutado.
La dirección es confusa y no se sabe muy bien a qué quiere apuntar. ¿Es
una historia sobre colaboración entre héroes? ¿Sobre catástrofes
planetarias? ¿O sobre amenazas indefinidas que atacan sin ser vistas?
¿Va a centrarse en caracterización y diálogo, o en combatir a un
villano y su legión de zombies? Trata de tocar todos los palos y el
resultado es insatisfactorio en cada uno de sus intentos. No crea
tensión, no define a los personajes, y lo único que consigue es generar
ganas de que aparezcan los malos para que haya algo de acción.
También se rescatan algunos elementos de 52, pero están aislados de
lo que les hacía tan divertidos en aquella serie. Como quitar una perla
y tirar el resto del collar. La interacción con los héroes no es
especialmente buena, y su aportación a la historia es mediocre como
mucho. Ah, y además hay unos secundarios cuya aparición resulta
bastante forzada, cuyas intervenciones son totalmente pasables y cuya
participación apenas viene a cuento. Si esta miniserie hubiese decidido
centrarse sólo en los héroes y los… llamémosles villanos, hubiese
mantenido un cierto nivel, pero los secundarios llevan a la obra al
fondo.
En cuanto a la acción, es decepcionante. En primer lugar, la tensión
es cercana a cero. En 52 daban miedo porque sabías que era un
acontecimiento importantísimo, que el cadáver de Osiris todavía estaba
fresco y que era totalmente factible que rodasen más cabezas. Esta es
una miniserie que no se sabe de donde sale ni con qué propósito
protagoniza por unos héroes que sabes a ciencia cierta que van a ganar
sin un rasguño. Esta premisa convierte a los Cuarto Jinetes en una
suerte de Brigada de Derribo de DC: villanos poderosos que están ahí
para soltar unas tortas, comerse muchas más y retirarse. No son en
absoluto impresionantes o épicos, que es lo que le pedirías, por
ejemplo, a un combate entre Superman y la encarnación de la Guerra.
Pero al final, solo pides que termine.
El dibujo de Olife mejora cuanto más estático e inexpresivo es el
dibujo. Eso sí, en cuanto hay animación, dinamismo, posturas o algo
relacionado con la cinética, pierde muchísimo. Es bastante detallado y
tiene varias páginas buenas, eso sí. Pero el conjunto no le hace ningún
favor al contenido. En general, 52: Los cuatro jinetes es tan
prescindible como parece. No aporta nada: ni acción, ni épica, ni
desarrollo de personajes, ni interacción con secundarios, ni
re-incorporación de elementos de 52, ni nada de nada. Prescindible y
malo.
Nightwing: Atando cabos
Edición original: Nightwing #67-70, #40 y #51
Guión: Chuck Dixon
Dibujo: Trevor McCarthy, Scott McDaniel y Greg Land.
NIGHTWING: ATANDO CABOS |
noticia y otra mala. La buena es que en el tomo anterior había números
sueltos que formaban parte de arcos argumentales más grandes que
estaban totalmente fuera de lugar y sin conexión… y que aquí algunos
siguen inmersos en crossovers, pero con algo más de coherencia. Por lo
menos da la impresión de que Nightwing es un agente activo de la
historia, no alguien a quien el argumento le pasa por encima antes de
seguir su camino. Y la mala es que, pese a ello, el contenido no mejora
demasiado. En el último tomo de esta etapa, y es casi un compendio de
todo lo que hemos tenido hasta ahora – al menos funciona muy bien como
resumen -: una caracterización básica y superficial de Nightwing
(limitándose a algunos actos generosos que lo diferencian de su mentor)
que apenas ha evolucionado desde sus inicios, una escasa diferenciación
del entorno en el que actúa comparado con Gotham, villanos de
apariencia ridícula y poderes/habilidades poco interesantes y una
pegajosa sensación de que la serie no va a ninguna parte y no quiere
contar nada más allá de “Nightwing es un buen héroe que se pega con
gente.” Sabe a poco incluso como conclusión. Más de lo mismo, con el
control automático hasta el insípido final. Hazte con otra cosa.
En cuanto al dibujo, Trevor McCarthy sigue a su aire de expresiones
desencajadas, anatomía rara y dibujos feos. Lo que se conoce
vulgarmente como poco agradable a la vista. Malo en narrativa, malo en
detalle… no hay por donde cogerlo. McDaniel dibuja a todos los
personajes con una anatomía extrañísima y resulta un poco confuso
cuando quiere hacer una narración fluida, pero es mejor que los
personajes de gelatina de McCarthy, y por mucho. El último dibujante es
Land, y es curioso ver como era su estilo original antes de que
encontrase inspiración en los videos de Brazzers y el Penthouse.
Universo DC: Supergirl
Edición original: Supergirl #01-#23, Showcase ‘96 #12
Guión: Peter David
Dibujo: Varios
UNIVERSO DC: SUPERGIRL |
David es un hacha a la hora de coger a personajes por los que nadie
daba un duro como Hulk y Aquaman y hacer historias interesantes y
buenas con ellos. Su etapa en Supergirl es otra demostración de su
talento a la hora de explotar aquello que hace interesante y distintivo
a un personaje, por muy poco desarrollado que haya sido hasta entonces,
además de dotarle de algún elemento novedoso y original que rompe con
lo anterior o lo aprovecha para propósitos nuevos y divertidos. Eso sí,
siempre respetando al personaje, reivindicando su papel como heróina
distinta al resto y con humor, siempre presente en su obra.
Hay ideas frescas - algunas mejor ejecutadas que otras, pero en
general las lleva bien - hay buen diálogo y hay buenas aventuras: no es
su mejor trabajo, pero está literalmente a años luz de, pongamos, los
números inmediatos al relanzamiento de Supergirl, y seguramente
encontrarás algo sumamente entretenido o sorprendente, lo que le
convierte en una lectura muy recomendable. Dale una oportunidad y
échale un vistazo. Merecerá la pena. Además, a modo de referencia
interna, después continuó la historia (de algún modo…) a través de la
serie Angel Caído, que fue la que impulsó a Toni Boix a escribir por
primera vez en Zona Negativa: solo por ese detalle cada uno debería
comprar un par de ejemplares. Por lo menos.
Para cerrar, algunos comentarios generales. Echadle un vistazo al último número de la colección de planeta centrada en Arkham Asylum: Dan Slott al mano y, como no podría ser de otro modo, tiene una muy alta calidad. Superman: Presidente Lex
aparece en el diccionario como definición de “buena idea con un montón
de potencial pero mal ejecutada”, y ver en retrospectiva para qué
usaron el nuevo estatus quo del villano hace que tenga hasta un punto
doloroso. Y sobre Cuenta Atrás, bueno… seguro que ya
habéis leido mucho. Una hornada un poco floja, con muchas cosas
prescindibles, pero ahí están Flash, Supergirl y Arkham Asylum para
salvar el día. O el mes. La semana que viene, grapas de Panini. Nos
vemos entonces: no faltéis.