La NASA (National Aeronautics and Space
Administration) fue fundada el 1º de octubre de 1958, surgida a
instancias de los programas espaciales de Estados Unidos, el Explorer,
del ejército; y el Vanguard, que depende de la marina. El
interés de los programas espaciales, estaba lejos del avance
tecnológico, sino que se centraba en la búsqueda de las posibilidades
que los satélites brindaban para misiones de reconocimiento y
comunicación, junto con los cohetes propulsores, que podían emplearse
como misiles intercontinentales. Estos orígenes nos indican que la NASA y extraterrestres,
han permanecido ocultando datos y realizando operaciones escondidas
desde entonces. Este principio de ocultamiento, está presente desde su
fundación, e involucra a todo descubrimiento de vida inteligente de
origen extraterrestre, Teoría conspirativa de la NASA y extraterrestres:
Existe una teoría conspirativa que afirma que la conquista de la Luna,
fue un artificio, para ganar la carrera espacial a la Unión Soviética,
el enemigo de Estados Unidos. Este artilugio se habría empleado como
una herramienta de defensa, frente al mayor poderío tecnológico que la
Unión Soviética poseía, y que le permitiría dominar el panorama
político internacional de la época. De esta manera, habrían instrumentado un alunizaje ficticio de la Apollo XI, en el desierto de Nevada. De las pruebas aportadas por expertos que pretenden demostrar la
veracidad de esta teoría, podemos notar el análisis que de las
fotografías se hace, donde se encontraron inconsistencias como la falta
de polvo en las patas de la nave que estaba posada sobre la superficie
lunar, lo que coincidiría con los resultados de posar la nave con una
grúa. Si fuera cierto que las fotos se tomaron en el día lunar,
debería estar el suelo iluminado uniformemente, pero ocurre que hay
luz, donde está la nave, y menos luz en los alrededores. También las
sombras de algunos de los objetos, que en lugar de verse en paralelo,
convergen en zona irregulares. Las teorías conspirativas
cobrarían mayor significado, si los norteamericanos hubieran legado
realmente a la Luna (lo cual parece ser más lógico, debido a los
avances tecnológicos alcanzados), y hubieran encontrado algo que no
podían revelar. Los rumores de encuentros de la NASA y extraterrestres
durante la incursión en la Luna, cobran fuerza a la luz de pruebas como
un fallo en las cámaras, que mantuvo incomunicada a la misión durante
más de dos minutos. Pero radioaficionados de todas partes,
afirman haber escuchado un diálogo inquietante, donde los astronautas
comentan sobre la presencia de una enorme nave, en el borde de un
cráter. También pudo escucharse la orden de Armstrong a sus compañeros,
para que fotografiaran lo que pudieran, antes de reanudar la
transmisión, donde fingirían que nada ocurría. Para evitar
filtraciones como la anterior, la NASA estableció un código para ser
usado en situaciones similares. El código KILO, que fue empleado por la
Apollo XVII. Aún persiste el misterio de las fotografías
tomadas de la superficie lunar, donde se ven extrañas estructuras de
formas evidentemente artificiales, que obtuvieran, tanto astronautas
norteamericanos, como rusos. Los más inquietantes son los monolitos que
la NASA insiste en calificar de efectos ópticos, que curiosamente se
distribuyen de manera uniforme sobre la superficie lunar.
Administration) fue fundada el 1º de octubre de 1958, surgida a
instancias de los programas espaciales de Estados Unidos, el Explorer,
del ejército; y el Vanguard, que depende de la marina. El
interés de los programas espaciales, estaba lejos del avance
tecnológico, sino que se centraba en la búsqueda de las posibilidades
que los satélites brindaban para misiones de reconocimiento y
comunicación, junto con los cohetes propulsores, que podían emplearse
como misiles intercontinentales. Estos orígenes nos indican que la NASA y extraterrestres,
han permanecido ocultando datos y realizando operaciones escondidas
desde entonces. Este principio de ocultamiento, está presente desde su
fundación, e involucra a todo descubrimiento de vida inteligente de
origen extraterrestre, Teoría conspirativa de la NASA y extraterrestres:
Existe una teoría conspirativa que afirma que la conquista de la Luna,
fue un artificio, para ganar la carrera espacial a la Unión Soviética,
el enemigo de Estados Unidos. Este artilugio se habría empleado como
una herramienta de defensa, frente al mayor poderío tecnológico que la
Unión Soviética poseía, y que le permitiría dominar el panorama
político internacional de la época. De esta manera, habrían instrumentado un alunizaje ficticio de la Apollo XI, en el desierto de Nevada. De las pruebas aportadas por expertos que pretenden demostrar la
veracidad de esta teoría, podemos notar el análisis que de las
fotografías se hace, donde se encontraron inconsistencias como la falta
de polvo en las patas de la nave que estaba posada sobre la superficie
lunar, lo que coincidiría con los resultados de posar la nave con una
grúa. Si fuera cierto que las fotos se tomaron en el día lunar,
debería estar el suelo iluminado uniformemente, pero ocurre que hay
luz, donde está la nave, y menos luz en los alrededores. También las
sombras de algunos de los objetos, que en lugar de verse en paralelo,
convergen en zona irregulares. Las teorías conspirativas
cobrarían mayor significado, si los norteamericanos hubieran legado
realmente a la Luna (lo cual parece ser más lógico, debido a los
avances tecnológicos alcanzados), y hubieran encontrado algo que no
podían revelar. Los rumores de encuentros de la NASA y extraterrestres
durante la incursión en la Luna, cobran fuerza a la luz de pruebas como
un fallo en las cámaras, que mantuvo incomunicada a la misión durante
más de dos minutos. Pero radioaficionados de todas partes,
afirman haber escuchado un diálogo inquietante, donde los astronautas
comentan sobre la presencia de una enorme nave, en el borde de un
cráter. También pudo escucharse la orden de Armstrong a sus compañeros,
para que fotografiaran lo que pudieran, antes de reanudar la
transmisión, donde fingirían que nada ocurría. Para evitar
filtraciones como la anterior, la NASA estableció un código para ser
usado en situaciones similares. El código KILO, que fue empleado por la
Apollo XVII. Aún persiste el misterio de las fotografías
tomadas de la superficie lunar, donde se ven extrañas estructuras de
formas evidentemente artificiales, que obtuvieran, tanto astronautas
norteamericanos, como rusos. Los más inquietantes son los monolitos que
la NASA insiste en calificar de efectos ópticos, que curiosamente se
distribuyen de manera uniforme sobre la superficie lunar.